Una mirada cómplice es suficiente. En cualquier situación es posible.
No puedo describir qué se siente en cada una de ellas. Porque cada una es tan diferente y al mismo tiempo tan parecida... Es extraño y mágico.
Es un gesto que puede expresar mil sentimientos. Se puede llegar a obtener en las peores situaciones, y son en éstas cuando más lo valoramos. Porque nos sentimos mejor y hacemos sentir mejor a los demás. Siempre es bueno intentar que una persona lo experimente.
Porque... ¿qué es la vida sin sonrisas? Sería un mundo gris y lúgubre, donde la alegría estaría ausente la mayor parte del tiempo. Sería un mundo en el que no querríamos vivir. Porque una sonrisa nos ilumina cuando más lo necesitamos, porque es algo que necesitamos para ser felices.
Hacer reír a una persona es un don. Y reír es el mejor regalo que te pueden hacer.
Hay tantas formas de reír y sonreír....
Una sonrisa traviesa, invitándonos al juego de la seducción; risas a carcajadas entre amigos en las que no puedes parar aunque quieras; una sincera sonrisa de agradecimiento o cortesía; una risita ahogada en medio de clase intentando pasar inadvertida; risas cómplices entre amantes; sonrisas tristes y desilusionadas, intentando ver luz dónde no la encuentran; risas incontrolables y sin sentido que nos llevan al llanto; risas nerviosas en situaciones incómodas; risas personales e innimitables; sonrisas llenas de amor; una media sonrisa un tanto forzada; la inconfundible risa histérica de las cosquillas...
Cada una es especial a su modo, y ninguna es más importante que las demás.
Todas tienen un poder inmesurable, más del que creemos. Cuantas más se crucen en nuestro camino, más dulce es nuestra vida. Valen más que el dinero, más que el petróleo, más que cualquier cosa material, y no nos damos cuenta de ello.
Hagamos un pequeñísimo esfuerzo por sonreír y reír más. Tengamos como objetivo llenar al mundo entero de este sencillo gesto. Porque conlleva momentos tan felices que, en un futuro sonreiremos satisfechos de ello, alegres al recordar tan bonito pasado que creamos así, riendo.